Entre los gastos que hay que afrontar por la llegada de un recién nacido se encuentra sin duda todo lo referente a la canastilla; y a esto se añade naturalmente todo lo que concierne a la preparación del dormitorio, de la cuna y de todas aquellas superficies donde el niño se dormirá para hacer pequeñas siestas o para dormir toda la noche. Por estos motivos, es bueno conocer un producto igualmente fundamental, una especie de accesorio para la silla de paseo que resulta muy útil por diversas razones.
¿Qué es el reductor?
El reductor es una especie de cojín suave, que como la propia palabra indica, reduce el espacio donde se posiciona el niño, favoreciendo la creación de un entorno más pequeño, más parecido a un nido acogedor, que en cierto sentido reproduce cómo era el ambiente dentro del vientre materno.
¿Para qué sirve el reductor?
El reductor es muy importante para ofrecer al niño (pero en este caso a los niños ya que hablamos de sillas de paseo gemelares) la máxima sensación de comodidad y seguridad. El lactante o recién nacido Dentro del capazo o de la sillita (según la edad), gracias al reductor podrá estar cómodo y mantener una posición correcta, su postura fisiológica. Esta situación que se crea es absolutamente imprescindible para prevenir diversos inconvenientes que aunque pasajeros, se pueden evitar y por eso es bueno entender de qué estamos hablando. Es común en niños el llamado síndrome de cabeza plana, lo que en términos médicos se llama “plagiocefalia”. Este síndrome tiende a desaparecer durante los dos primeros años de vida y es común ya que desde los 0 a los 6 meses los niños tienden a descansar a menudo en la misma posición. La plagiocefalia afecta la parte posterior del cráneo y no produce ningún daño (si tiende a desaparecer de forma natural). Se trata de un problema puramente estético, que sin embargo se puede evitar ofreciendo al niño una superficie más cómoda: el reductor.
Es importante prestar atención a la posición que adoptan los recién nacidos al dormir porque sus pequeños cuerpos están en continuo crecimiento y desarrollo.En particular la cabeza se desarrolla mucho durante el primer año de vida; Es esencial supervisar el progreso de este crecimiento, así como dar al niño, que tiene pocas posibilidades de moverse de forma independiente, la posibilidad de cambiar de posición y descansar sobre una superficie blanda.
El cráneo de los niños, como seguramente has oído hablar muchas veces, es particularmente delicado: los huesos que lo componen son todavía blandos y, por lo tanto, fácilmente deformables. Para evitar este inconveniente, es fundamental tener cuidado de no dejar al niño durante mucho tiempo sobre superficies muy duras. El reductor en este sentido ofrece un soporte válido.
Materiales: ¿cuál elegir?
La elección de los materiales del reductor es esencial para permitir una correcta transpirabilidad y, por tanto, mantener la temperatura corporal del bebé lo más fisiológica posible. Lo mejor es evitar todos los materiales sintéticos y preferir siempre el algodón, mejor si es 100 % algodón. Para asegurarte de comprar un producto de buena calidad, es recomendable revisar las etiquetas y asegurarte de que sean almohadas hipoalergénicas y antiácaros. Buscando entre las marcas de calidad, también podemos encontrar reductores de esponja de alta densidad, llamados así porque tienen la peculiaridad de retener el peso del bebé y distribuirlo uniformemente. style="background-color:#dad9d8;border-color:#ffffe0;color:#333333;border-radius:3px;-moz-border-radius:3px;-webkit-border-radius:3px;">
Estos cojines especiales, también llamados “de espuma”, se encuentran entre los mejores en cuanto a material, ya que garantizan una sensación de confort para el niño que ciertamente no tiene igual en el mercado; También son productos extremadamente cómodos y fáciles de lavar.
