Seguridad y cochecitos dobles: ¿cómo proteger mejor a los niños?

Si estás leyendo este artículo, lo más probable es que necesites comprar un cochecito doble y estés buscando consejos sobre la mejor elección a realizar. El cochecito doble tiene una estructura ligeramente diferente al cochecito clásico con un solo asiento, pero esto no es un factor decisivo que afecte a la seguridad. Incluso los cochecitos dobles pueden ser cómodos y seguros para el conductor y los niños: solo hay que elegir con cuidado.

El factor seguridad es un elemento crucial y depende en gran medida de los elementos que componen el propio cochecito. La estructura de un cochecito incluye diversos accesorios y componentes que pueden variar según el modelo elegido. En este artículo veremos qué elementos debemos tener en cuenta para garantizar que nuestros gemelos tengan una asiento cómodo y a la vez que sea capaz de proporcionarles plena seguridad.

Las ruedas

Las ruedas son un factor de gran importancia a la hora de la seguridad. La estructura de estos y su tamaño junto con la presencia de un sistema de frenado eficiente, dan lugar a una estabilidad que puede ser más o menos importante. Un cochecito doble, al ser más grande, necesita mayor estabilidad, sobre todo si es un modelo ligero. La estabilidad viene dada en primer lugar por el tamaño de las ruedas, que si son grandes son sustancialmente más eficientes a la hora de conducir y transportar el cochecito. La rueda de grandes dimensiones permite al conductor evitar mejor los obstáculos y reaccionar con mayor rapidez ante un peligro que se encuentre delante del cochecito, haciendo que la estructura se desvíe con un gesto rápido. Las ruedas grandes también le permiten permanecer seguro cuando el cochecito está parado y el freno no está activado. De hecho, es mucho más fácil para el cochecito doble con su peso moverse por la fuerza de la gravedad en presencia de ruedas pequeñas, que con 4 o 6 ruedas grandes.

A falta de una rueda grande, los cochecitos dobles también ofrecen otra variante que es la de dos ruedas. uno al lado del otro. La rueda principal está colocada junto a otra más pequeña que guía mejor los movimientos.

Un sistema de frenado fácil de usar combinado con las ruedas delanteras y traseras es otra característica de seguridad. Básicamente existen dos tipos de frenos: uno colocado en ambas ruedas traseras que permite el bloqueo de estas dos ruedas y evitar que la silla de paseo se mueva por inercia, el otro colocado en el manillar que proporciona el bloqueo de toda la silla de paseo.

El asiento (cinturones de seguridad y barra de contención)

El asiento es igualmente fundamental cuando hablamos de seguridad ya que esta es la zona donde colocaremos a los niños. Dependiendo de la edad y la complexión del niño, deberíamos optar por una silla específica. Generalmente, todas las sillas son reclinables y, por lo tanto, ofrecen la posibilidad de ajustar la altura del respaldo, adaptándolo periódicamente a las necesidades del niño. seguridad.

Estos dos elementos son fundamentales sobre todo cuando la edad del niño alcanza una fase de mayor exploración y descubrimiento del espacio circundante. Alrededor de los 7-8 meses, los bebés tienden a moverse más y a realizar movimientos que no son totalmente controlables. En estos casos es muy fácil resbalarse del asiento y caerse, sobre todo si la madre está distraída y está cuidando a su hermanito en ese momento. Por ello, es recomendable consultar los cinturones de seguridad y utilizarlos siempre.

Cinturones de seguridad

Éstos deben estar acolchados a la altura del cuello y del tronco para permitir que el niño esté cómodo y no crear rozamientos con la piel, especialmente en caso de frenazos bruscos. Los cinturones de seguridad del cochecito pueden ser de tres o cinco puntos, según el modelo; Pero lo realmente importante es que son ajustables en longitud y, por lo tanto, se pueden utilizar a cualquier edad del niño.

El cinturón de seguridad es esencial, sobre todo cuando el portabebés que usamos para pasear al niño también se usa en el coche. Muchos cochecitos de trío gemelar están equipados con un portabebés modular que se coloca en el coche para transportar al pequeño. En estos casos, el cinturón de seguridad es absolutamente obligatorio y esencial para salvar la vida del niño en caso de frenazos bruscos y accidentes de tráfico.

Barras de contención

La barra de contención, por otro lado, representa un elemento de gran protección, ya que evita que el pequeño se caiga si En caso de que se incline hacia adelante o haga movimientos bruscos. La barra de contención, también llamada salvabebés, sirve para desviar golpes y contener al niño en un entorno lo más seguro posible. Además, sobre esta barra se suelen montar cintas de colores y juegos para que los niños se dejen llevar por la actividad lúdica y dejen de querer moverse y alejarse del cochecito cuando sean mayores.

Capazo (un capazo seguro)

Otro elemento del cochecito trío gemelar es el capazo, que al igual que la sillita del cochecito, es otro tipo de asiento apto para niños muy pequeños con edades generalmente comprendidas entre los 0 y los 4 meses aproximadamente.

Un capazo para ser seguro debe ser ante todo espacioso. El tamaño ideal es no menos de 35 cm de ancho y no menos de aproximadamente 75 cm de largo. Estas medidas son orientativas y dan una idea de cuánto espacio necesita el niño para poder moverse libremente y asumir una posición cómoda durante el sueño. En esta fase tan delicada también es importante que la carcasa exterior sea especialmente rígida y robusta para proteger al niño ante todo de los posibles impactos y colisiones y de todas las vibraciones y movimientos que derivan del contacto con el suelo no siempre uniforme. Además, un buen revestimiento del capazo es importante para la seguridad física y para proteger al niño de posibles aumentos de temperatura, así como del frío y de los climas especialmente fríos.

Por último, para que sea considerado lo más seguro posible, el capazo debe disponer de un sistema de ventilación que permita circular el aire y mantener el capazo seco y libre de bacterias y gérmenes patógenos. Del mismo modo, el parasol debe ser lo suficientemente rígido y grande para cubrir al menos la mitad del capazo. Esto sirve para proteger al niño de los rayos UV y si está equipado con una película anti-UV especial aún mejor: algunos fabricantes de cochecitos equipan estas capotas con factores de protección especiales que aíslan todo el cochecito del calor.